viernes, marzo 04, 2011

Eficiencia energética El efecto rebote

Hace un par de años leí un artículo de Pablo Linares, publicado en Soitu.es, en el cual planteaba el problema del efecto rebote al considerar la eficiencia energética. Me pareció que sigue teniendo vigencia y por eso lo menciono ahora.

El efecto rebote, según Linares, es aquel que se produce cuando frente a un mejoramiento de la eficiencia energética, el consumo energético no se reduce de la misma manera, antes bien, suele aumentar.

¿Cómo es esto? Pues bien, cuando mejoramos la eficiencia energética de un proceso productivo, por ejemplo un coche que consume menos, aumentamos el uso de ese producto porque nos resulta más barato o trasladamos la diferencia a favor nuestro a otras actividades que también generan un gasto de energía. Es así que la mejora en la eficiencia energética puede generar un mayor consumo de energía. De donde: “No todas las mejoras en eficiencia energética -dice Linares- se traducen en ahorro de energía”.

Al considerar la macroeconomía estos valores cobran importancia. Dice Linares al respecto que “el efecto rebote depende de cuánto baje el precio, de la elasticidad del consumo ante los cambios de precio y de renta, de la posible sustitución entre combustibles, o de las relaciones productivas en la economía. Así que, aunque en teoría –sigue aclarando-, siempre se podría esperar un cierto efecto rebote, en la práctica hay situaciones donde sí es significativo y otras donde no”.

La paradoja es que una reducción en el precio efectivo de la energía puede suponer un aumento del consumo (Jevons). Una paradoja difícil de solucionar en una economía que basa su funcionamiento en el crecimiento ilimitado del consumo.

jueves, marzo 03, 2011

Flora y fauna del Delta del Paraná


La flora

La flora del Delta del Paraná se corresponde con especies de diversos orígenes: subtropical, chaqueño, uruguayense y pampeano.

En el Delta Superior hay una predominancia de elementos chaqueños, especialmente sobre las barrancas que rodean al sistema de islas. El Río Uruguay arrastra especies que se instalan en los albardones de las islas del Delta Inferior. La Estepa o Pradera Pampeana se afinca principalmente en la islas altas del Delta Superior y Medio.

Las aguas con su movimiento de construcción y destrucción de islas, es causa de la formación de ambientes diversos, con tipos particulares de vegetales, que a su vez van cambiando con el tiempo.

Las plantas predominantes son las acuáticas y palustres y se inician en bancos y orillas, favorecidas por las aguas que allí tienen poca fuerza y vienen cargadas de sedimentos . Cualquier obstáculo (un barco hundido, troncos y camalotales varados, etc.) ayuda al comienzo del proceso. Allí se colonizan las especies "pioneras" como el Junco. Con sus rizomas y raíces, junto a la acumulación de materia vegetal, va contribuyendo paulatinamente a la elevación del terreno, que dará origen a un isla. El sector más alto de las islas, el albardón, está ocupado por bosques húmedos.

En el Delta Superior y Medio, se encuentra al Sauce Criollo, Aliso de Río, Curupí, Laurel, Timbó Blanco y Ceibo. Se trata de un bosque pobre en epífitas y lianas, formado por árboles de madera blanda y rápido crecimiento.

En el Delta Inferior, impera lo que se llama el "Monte Blanco". baja Es de baja altura, abundan en lianas y epífitas y contiene una amplia diversidad de especies arbóreas como: Laurel, Ingá, Higuerón, Canelón, Anacahuita, Mataojo, Espina de Bañado, etc.. Sobresalen cada tanto las Palmeras Pindó, que le han dado el nombre al Paraná de las Palmas. En el interior de las islas se encuentran comunidades vegetales como el Cardazal, formado por Cardas y Serruchetas, los matorrales de Chilca y Acacia Mansa y, finalmente, los Pajonales que se hallan en el sector central más bajo e inundable.

Camalotes, Carrizos, Canutillos, Espadañas, Totoras, Pajas Bravas, cubren las orillas de riachos, arroyos y lagunas. Los Camalotales, no sólo transportan especies que enriquecen y renuevan la vida silvestre del Delta, sino sirven de freno a la velocidad de las aguas y esto permite que se inicie el proceso de formación de las islas del Delta.

La flora que ha sido introducida en forma voluntaria o involuntaria, es un serio problema para el ecosistema deltaico, porque desplaza a la flora nativa y coloniza los ambientes naturales. Arboles como la Ligustrina, el Arce, la Mora, varias especies de Sauces exóticos, arbustos como el Ligustro, enredaderas como la Madreselva y la Zarzamora, ocupan los albardones de las islas, mientras que las zonas bajas inundables son invadidas por el Lirio Amarillo y la Vara de Ámbar.

Fauna
La fauna del Delta está conformada por especies que provienen de diversos biomas. Su estratégica ubicación geográfica lo convierte en receptor de todas las especies animales que se dispersan a través de los ríos Paraná y Uruguay. Las aves se distribuyen con mayor facilidad, siguiendo, por ejemplo, los bosques en galería que se presentan a todo lo largo de los grandes ríos, en forma casi ininterrumpida, desde Misiones hasta las márgenes del Río de la Plata.
Los mamíferos, anfibios y reptiles han aprovechado para alcanzar estas latitudes, un medio de transporte natural: los "camalotales". Estas verdaderas islas vegetales flotantes provenientes del norte, han acarreado desde los orígenes del Delta, una gran cantidad de animales que paulatinamente colonizaron y poblaron las islas, conformando así su actual composición faunística. Las grandes inundaciones del Paraná arrancan camalotales de mayor o menor extensión provenientes en su mayor parte de los esteros del Chaco Húmedo. Sobre estas plataformas se han encontrado una infinidad de insectos, ranas, sapos, culebras, víboras venenosas, Yacarés, Carpinchos, Monos Aulladores, y en los camalotales de gran tamaño, hasta Yaguaretés. Gracias a esta característica, el Delta constituye el punto más austral de dispersión de numerosas especies animales de origen subtropical. En cuanto a los peces, se han detectado unas 223 especies. Entre las de importancia comercial figura el Sábalo (que forma enormes cardúmenes); el legendario Dorado, el Pacú y los Surubíes (el Manchado y el Atigrado) son las más buscadas por los pescadores deportivos. Bagres de diversos tipos, Anguilas, Tarariras, y otras numerosas especies conforman el elenco ictícola. Una gran variedad de sapos y ranas, algunas de las cuales son exclusivas del Delta, como la Rana de las Cardas y la Ranita Isleña, habitan los ambientes acuáticos junto a Culebras y Tortugas, como la Pintada y la de Laguna. El Yacaré Overo o Ñato aprovecha ocasionalmente las grandes crecientes para llegar al Delta. Las aves acuáticas dominan ampliamente en la región. Las lagunas y bañados del centro de las islas reúnen aves como los Macáes, varias especies de Patos, Garzas , Gallaretas, Chajáes, Burritos que se ocultan entre la densa vegetación y Caraus, entre otras aves. Una curiosa rapaz, el Caracolero, posee un ganchudo pico que es un eficaz instrumento para extraer a los caracoles de sus valvas. Los arroyos y riachos son el hábitat preferido del Biguá Común, el Biguá Víbora y los Martines Pescadores. El bosque de albardón posee una mayor diversidad faunística que el resto de los ambientes deltaicos. La gran cantidad de estratos de vegetación que posee, provee de numerosos hábitats para los animales silvestres. Allí encontramos la Pava de Monte, que posee en el Delta su límite austral de distribución, el Juan Chiviro, el Chiví, el vistoso Cardenal Azul, entre muchas otras aves. Los mamíferos más comunes son también los de hábitos acuáticos, como el Carpincho y el Coipo. El Lobito de Río, suele verse todavía en los arroyos y pequeños ríos, aunque hoy está en peligro de extinción. El Ciervo de los Pantanos, el mayor ciervo autóctono sudamericano, tiene en el Delta una de sus dos poblaciones más importantes de Argentina. Adaptado a los ambientes anegadizos, se refugia en los pajonales del centro de las islas. Marsupiales como la Comadreja Overa, de hábitos arborícolas y la Comadreja colorada que habita los pajonales y zonas bajas, son todavía fáciles de hallar.
El mayor carnívoro del Delta, el Yaguareté o Tigre, fue cazado hasta el exterminio en las primeras décadas del siglo XX y hoy sólo existe en las leyendas.

martes, marzo 01, 2011

El Delta del Paraná: terminal de la Cuenca del Plata


La región del Delta del Paraná se extiende desde su frente en el Río de la Plata, ubicado casi sobre la ciudad de Buenos Aires hasta la provincia de Entre Ríos. Se caracteriza por un conjunto de ríos y arroyos que cruzan la totalidad de la región e islas de escasa elevación conformadas por suelos aluviales derivados de sedimentos, aportados por el mismo río, y una densa vegetación.

El Delta del Paraná es la terminal de la vasta Cuenca hidrográfica del Plata que se extiende sobre Argentina, Bolivia, Brasil, Paraguay y Uruguay, con una superficie de 3.100.000 km2. La cuenca del río Uruguay representa el 15% de su superficie, y el sistema de los ríos Paraná – Paraguay, al cual se une el sistema Pilcomayo – Bermejo, el 85% restante.

Cuenca del Plata
Por su magnitud la Cuenca del Plata es la tercera en el mundo precedida por la Cuenca del Amazonas (6.110.000 Km2 ) y la Cuenca del Zaire (3.700.000 Km2.).
En ella viven más de 100 millones de habitantes y su producción equivale al 70% del PBN de los cinco países que la integran. Es una región estratégica por su valor económico, ecológico y geopolítico.

Esta extensa cuenca hídrica desemboca en el Océano Atlántico con nombre propio: el Río de la Plata, al que se reconoce un área de 130.000 Km2. La magnitud de los derrames de sus cursos de agua con un caudal medio anual de 22.600 m3/s la convierten en uno de los reservorios de agua dulce más importantes del planeta. La densa cobertura vegetal de sus extensas áreas boscosas y praderas la posicionan como un relevante agente de captura de anhídrido carbónico (CO2) de fundamental importancia en el balance mundial de emisiones a la atmósfera.

El Río de la Plata descarga una cantidad de agua de más de 20 mil metros cúbicos por segundo. Es el tercero más caudaloso del planeta, después del Amazonas y el Congo.

El largo viaje de las aguas hasta el Delta

El Río Paraná, que discurre a lo largo de una amplia falla de magnitud continental, constituye uno de los ejes colectores de la gigantesca Cuenca del Plata. Tras la confluencia con el río Paraguay, a la altura de la ciudad de Corrientes, el río Paraná tiene un caudal medio de 14.000 m3/seg.

En su tramo inferior, a partir de la ciudad de Diamante, en sus últimos 300 kilómetros de recorrido, el Paraná ofrece un magnífico motivo de asombro: un delta vivo de 15.000 km2, originado por la deposición de sedimentos provenientes de toda la Cuenca del Plata.

La carga de sedimentos en suspensión que trae el río sorprende por su magnitud: 200 millones de toneladas por año. Mayormente, esa carga está formada por arcillas provenientes de los ríos Bermejo (aporta 100 millones de toneladas) y Pilcomayo, cuyas nacientes están en la Cordillera de los Andes, a la altura de Bolivia y el Noroeste argentino.

Este rasgo determina el permanente "avance" del Delta, que se estima entre 70 a 90 metros por año. Los sedimentos son depositados sobre el Río de la Plata, lo que le da al Delta del Paraná su singularidad a nivel mundial: es el único delta que no está en contacto con el mar, sino con otro río.

Luego de recorrer 320 kilómetros, en un terreno de suave pendiente, las aguas se vuelcan a través de catorce bocas, entre las que se destacan, de norte a sur: Río Paranacito, Arroyo Martínez, Arroyo de La Tinta, Arroyo Brazo Largo, Río Gutiérrez, Río Paraná Bravo, Río Sauce, Río Paraná Guazú, Río Barca Grande, Río Paraná Miní, Río Paraná de las Palmas y Río Luján.

La compleja red hídrica definida por el Delta, está sometida a periódicas inundaciones, de mayor o menor magnitud, que tienen a veces graves consecuencias para la población, pero que funcionan como reguladores naturales de la vida silvestre (transportando nutrientes, semillas, plantas y animales) y como agente modelador del paisaje.


Regiones del Delta

El Delta del Paraná, desde Diamante hasta su desembocadura se divide en tres grandes regiones:
· el Delta Superior (desde Diamante, Entre Ríos, hasta Villa Constitución, Santa Fe)
· el Delta Medio (desde Villa Constitución hasta Ibicuy, Entre Ríos)
· el Delta Inferior o en formación (desde Ibicuy hasta la desembocadura).

El efecto moderador de las temperaturas invernales, producido por las grandes masas de agua que conforman el Delta, permite el establecimiento, en latitudes templadas, de especies animales y vegetales de origen subtropical.


Fuentes:
Fundación Bariloche
www.fundacionbariloche.org.ar

Fundación Protigre y cuenca del Plata
http://www.protigre.org.ar/documentacion/Deltaycuencadelplata

Instituto de la cuenca del Plata
Facultad de Ciencia y Tecnología de
La Universidad del Salvador
http://www.salvador.edu.ar/cytc/icp/html/poea.htm